Cuando vio a esa pequeña criatura tan vulnerable arrojada en la basura, su corazón se partió en dos. Al levantarlo en sus brazos, sabía que se enfrentaba al caso más lamentable y desgarrador en todos sus años de rescates.
Esta es la historia del abandono más cruel que se pueda imaginar, en contraste con los esfuerzos heroicos de un humilde rescatista y un veterinario abnegado que jamás se rendirían por salvar una vida inocente.
Pudo darse cuenta del estado de gravedad del cachorro. Así que lo llevó de inmediato al veterinario con un débil hilo de esperanza, sospechaba lo peor.
El pequeño perrito mestizo no dejaba de temblar y tenía fiebre
Había contraído una gravísima infección contagiosa y peligrosa por haber permanecido tantos días en medio de la inmundicia.
El veterinario le confesó estar seriamente preocupado porque se trataba sólo de un cachorrito, y francamente dudaba de que lo superaría. Pero la fe es lo último que se pierde, e iniciaron de inmediato un tratamiento intensivo.
Entre antibióticos, medicamentos y una vía directo a la vena, extremaron todos los cuidados.
Las siguientes cuatro eternas horas fueron cruciales para determinar si se salvaría.
Después le colocaron una lámpara para estabilizar su temperatura corporal. Los esfuerzos valieron la pena y el perrito comenzó a dar pequeños signos de mejoría.
Tenía una grave deficiencia cardíaca y todo era más cuesta arriba. Pero no hay nada que no se pueda lograr con amor. Así que de pronto mejoró, no podía creer que sólo unos días antes el perrito estaba sumido en el dolor.
Su carita conmueve hasta el corazón más duro
¿Quién podría dejar a esta bolita de ternura tirado a su suerte en medio de la basura como si de una cosa inservible se tratara? Realmente, estos casos nos hacen renegar de la humanidad.
El perrito les sorprendía por su fortaleza y sus ganas de vivir. Aunque temblaba, y su estado era delicado, ellos jamás se rendirían para salvarlo hasta el final.
Y no hacía más que pensar en el corazón oscuro de su dueño que fue capaz de tirar una criatura así a la basura.
Finalmente, el cachorrito lo había logrado. Pero ahora venía la parte más agridulce de todas: la despedida. Él no podía quedárselo porque no tenía las condiciones para sus cuidados, y así podía disponer de más tiempo para rescatar otros perritos. Sin embargo, se dedicó a buscarle el mejor hogar y así fue.
Esta historia no hace más que recordarnos los millones de animales que son abandonados y maltratados a diario.
Esta historia nos debe animar a continuar en la lucha por los indefensos animales. Deseamos de corazón que todos los perritos abandonados tengan finales así.