“No Me Tires Como Basura… Aún Quiero Vivir”: El Desgarrador Lamento de una Criatura Descartada, Buscando un Destino Mejor.t

Por favor, no me tires como basura… Aún quiero vivir…”

Con el bozal atado cruelmente y su frágil cuerpo envuelto en una  bolsa de plástico negra, aquel perro fue arrojado como un objeto roto entre montones de basura. Allí, en medio del hedor y los escombros, yacía inmóvil, con apenas un hilo de aliento escapando de su pecho. Cada respiración era más débil que la anterior, pero en sus ojos aún brillaba un destello de esperanza, como si aguardara un milagro que lo salvara de la oscuridad.

Los minutos parecían horas. El silencio del basurero solo era interrumpido por su jadeo casi inaudible. No podía moverse, no podía ladrar, pero su corazón latía con la fuerza de quien aún se aferra a la vida. Como si en su interior gritara: “No quiero morir… alguien, por favor, sálvame.”