Tierna despedida: Animal Rescue Group ofrece amor a un perro callejero moribundo en sus momentos finales, capturado en un video desgarrador

Save Our Street Dogs, un grupo de rescate de animales en Singapur, lo llevó a casa y le mostró ternura por primera vez, dejándolo fallecer sabiendo que fue querido durante su corto tiempo en la tierra.

Cachorro: Cuando sus rescatistas lo encontraron, Ol Boy estaba en un estado de dolor, pero lo cuidaron en sus últimos días, mostrándole un amor que nunca había conocido.

Herido: Débil por años de vivir en las calles, Ol Boy estaba cubierto de garrapatas y lesiones, incapaz de caminar o alimentarse por sí mismo.

En el desgarrador video que el grupo publicó en YouTube, filman a Ol Boy en el estado en que lo encontraron.

Bondad: Save Our Street Dogs, un grupo de rescate de animales en Singapur, lo llevó a casa y le mostró ternura por primera vez, dejándolo fallecer sabiendo que fue querido durante su corto tiempo en la tierra.

Débil: En el desgarrador video que el grupo subió a YouTube, filman a Ol Boy en el estado en que lo encontraron

Tratamiento: Tenía los dientes deformados y rotos y requirió una infusión de sangre de emergencia.

Tuvo numerosas infecciones y posiblemente cáncer, pero siguió siendo dulce y cariñoso, incluso cuando su cuerpo se desgarraba en agonía.

Deseo: En lugar de sacrificarlo, lo llevaron a casa y lo dejaron descansar en un ambiente amoroso por primera vez.

Sus cuidadores lo cubrieron con pétalos de rosa, rodearon con sus patas un girasol y se despidieron.

En una emotiva ceremonia, esparcieron sus cenizas en un campo abierto, donde finalmente podrán correr libres.

Save Our Street Dogs espera que al compartir la historia de Ol Boy con el mundo puedan ayudar a otros perros necesitados.

“Nuestra misión es salvar a nuestros perros callejeros lo mejor que podamos y darles una oportunidad en la vida”, dice el grupo en su sitio web.

Desaparecido: Una noche, a las 2 a. m., de repente se sentó y bebió agua por última vez. Falleció pacíficamente a las 4 a.m.

Adiós: En emotiva ceremonia esparcieron sus cenizas en un campo abierto, donde finalmente podrán correr libres

Adiós: sus cuidadores lo cubrieron con pétalos de rosa, rodearon con sus patas un girasol y se despidieron.

Son un grupo de voluntarios, unidos por una pasión común: cuidar de los perros callejeros de Singapur.

No tienen financiación ni refugio, por lo que sus esfuerzos de rescate se ven limitados por sus recursos y mano de obra.

“Se necesitará la fuerza de la comunidad para lograr cambios en favor del bienestar de nuestros perros callejeros”, afirman. “Cada mano ayudará a que los esfuerzos de rescate lleguen un poco más lejos.”