Una intrépida ardilla se enfrentó a una cobra silbante y de alguna manera logró esquivar sus ataques mortales en un “avistamiento único en la vida” que asombró a un experimentado guía de safari.
Imágenes aterradoras muestran a la ardilla terrestre del Cabo desafiando a la serpiente en el Parque Transfronterizo Kgalagadi en Sudáfrica
El intrépido roedor fue filmado saltando hacia su posible cazador y tratando de distraerlo con su gran cola tupida durante el enfrentamiento de treinta minutos.
El impresionante clip de dos minutos y medio muestra a la ardilla pisoteando sin miedo hacia la cobra con el lomo arqueado y parece intentar golpearla con la cola.
Pusey dijo que se detuvieron después de notar una cobra que parecía tensa y lista para atacar mientras conducían por la carretera de Mata Mata.
“No podíamos creer lo que veíamos cuando esta escena se desarrolló ante nosotros”, dijo.
El intrépido roedor aparece en la foto de arriba acechando a la serpiente, filmado por un guía de safari.
El registrador Dave Pusey, de 41 años, dijo que había estado visitando el parque durante años pero que nunca antes había presenciado un encuentro como este.
La ubicación del Parque Transfronterizo Kgalagadi se muestra arriba en relación con el famoso Kruger.
“He estado viajando a Kgalagadi durante muchos años y nunca pensé que vería algo como esto; fue realmente un avistamiento único en la vida.
La ardilla usó reacciones relámpago para saltar fuera del alcance de la serpiente cada vez que golpeaba.
También arrojó polvo al aire en un intento de distraer al depredador mientras se acercaba.
Los estudios científicos han descubierto que las ardillas terrestres desafían regularmente a las cobras que se aventuran demasiado cerca de sus madrigueras.
Los animales adoptan un comportamiento de acoso, cargando contra el depredador y bloqueando su avance con sus colas, según un estudio de 2007 en la revista Behavioral Ecology. Harán esto repetidamente hasta que la serpiente retroceda.
Un estudio de la Universidad de Manitoba, Canadá, publicado en 2012, encontró que las hembras con crías juveniles acosarán a las serpientes durante más tiempo y con mayor intensidad que otros individuos.