Un tierno cachorro alienta a su hermano herido con movimientos de cabeza, rogándole que resista un poco más

Leal es un adjetivo que se queda corto ante el momento que ha protagonizado un cachorro al ver a su hermano lesionado y en serios problemas.

cachorro

Un cachorro de pelaje corto que vivía en un terreno baldío junto a su madre y su hermano sufrió un traumatismo en sus piernas, quedando gravemente lesionado de una de ellas.

Cuando los chicos llegaron encontraron al perrito abatido sobre unas bolsas plásticas, aunque estaba evidentemente lastimado, éste se asustó e intentó huir en el momento en que los voluntarios intentaron ayudarlo.

El cachorro necesitaba recibir ayuda médica y no se la podían brindar desde ese terreno baldío, así que lo llevaron al refugio de la fundación. Después de una hora el perrito asustado se había tranquilizado y apostó por confiar en los desconocidos.

Tras el chequeo se determinó que el perrito no tenía fracturas, sino la lesión abierta que debía ser atendida. Con ayuda de una jeringa lograron limpiar la patita del peludo y su carita; para prevenir que se infectara le dieron a tomar un poco de antibiótico.

Con el paso de los días el perrito ganó peso y también mucha confianza. Su recuperación era evidente, pues no solo atendieron sus lesiones sino la baja de peso que presentó al llegar.

Una vez el perrito cumplió su tratamiento y estuvo notoriamente recuperado, fue llevado a las patas de su mamita y su hermano. Los voluntarios lo bautizaron como Jimmi y lo entregaron a su familia como un peludo completamente sano, ya no había sangrado ni dolor.

Aunque el perrito había salido a las calles, tras un mes de atenciones en el refugio, los voluntarios quedaron comprometidos para monitorear de cerca a Jimmi y su familia.