Azulão es un perro adulto de bata blanca que, como muchos otros ejemplares de su especie, fue encontrado en condiciones muy graves. Seguramente este perro débil e indefenso había sufrido abandono, y probablemente quien lo había dejado en la calle también lo había maltratado. En cualquier caso, su historia debería llevarnos a reflexionar sobre la responsabilidad de cada uno de nosotros hacia las criaturas en dificultad.
De hecho, quien lo redujo a ese estado demostró un comportamiento inhumano, que no admite justificación alguna. Las causas de su estado aún no estáп claras, pero lo cierto es que el Azulão ha sufrido la indiferencia de mucha gente. Cuando lo encontraron, el perro en cuestión estaba tan débil y enfermo que dejó a todos sin palabras. Al ver aquel cuerpo herido, agotado por el hambre y la soledad, los rescatistas se preguntaron por el sentido de responsabilidad de todas las personas que se cruzaban en el camino del gran perro que les precedía.
Pero, sobre todo, ante ese cuerpo lleno de sufrimiento y dolor, los voluntarios se preguntaban cómo Azulão había logrado sobrevivir. ¡Fue realmente un milagro que todavía estuviera vivo! De hecho, el perro tenía un enorme agujero a la altura de los hombros. De la herida había salido mucha sangre y el hombro del perro se había infectado. Bacterias y parásitos habían invadido su cuerpo, debido al abandono y la falta de condiciones higiénicas adecuadas. Los voluntarios, entonces, comprendieron inmediatamente que debían unir todas sus fuerzas para un solo objetivo: salvar al pobre Azulão.
Había muchas dudas sobre el éxito de su misión, especialmente porque el perro padecía anemia y tenía un peso muy bajo. Estas condiciones clínicas no facilitaron la curación de la herida y la recuperación del animal, que sin embargo logró asombrar a todos. De hecho, gracias a su enorme determinación y al trabajo en equipo de los rescatistas, sucedió lo que no parecía posible. Azulão afrontó los tratamientos con extraordinaria fortaleza y en poco tiempo recuperó el buen humor y la confianza en los humanos. ¡Lo único que queda es encontrar una familia cariñosa para este perro que ha sufrido injustamente!