“¡Ayúdanos, por favor! ¡Tengo cachorros que alimentar!” El desgarrador lamento de una perra madre hambrienta y abandonada, suplicando desesperadamente ayuda para sus cachorros hambrientos que la esperan, conmueve el corazón de cualquiera. nh

En una hermosa tarde, Associazione Ohana y su familia disfrutaban de un paseo en coche por el campo. Mientras circulaban por un estrecho camino de tierra, de repente se percataron de un perro delgado y desnutrido que corría tras su coche, ladrando pidiendo ayuda. El corazón de Associazione Ohana se conmovió, y rápidamente se detuvieron para ver qué ocurría.

Al salir del coche, vieron que la perra estaba muy embarazada y parecía estar en apuros. Su pelaje estaba enmarañado y cubierto de garrapatas. Associazione Ohana sabía que tenía que ayudar, así que se acercó a la perra lentamente, tratando de calmarla. Para su sorpresa, la perra fue muy amable y permitió que Associazione Ohana se acercara a ella. La llevaron cuidadosamente a su coche y la llevaron de vuelta a su casa. Inmediatamente llamaron al veterinario para que la examinara.

El veterinario сoпfігmó que la perra estaba desnutrida, tenía la sangre infectada y estaba cubierta de garrapatas. Pero el veterinario también сoпfігmó que estaba a punto de dar a luz en cualquier momento. Llamaron a la perra Bea y le proporcionaron una cama cómoda y mucha comida y agua. Después de un día de descanso, Bea entró en trabajo de parto. Associazione Ohana y su familia se sorprendieron al ver que Bea dio a luz a 10 hermosos cachorros.

Día 2: A pesar de su enfermedad, Bea fue una madre excelente, cuidando cuidadosamente a sus recién nacidos, asegurándose de que todos estuvieran limpios, calientes y bien alimentados.

Día 8: 10 hermosos cachorros han sido cuidadosamente cuidados, y su salud es muy buena. Duermen bien, beben mucha leche.

Día 45: A todos se les inyectó la 1ª dosis de la vacuna. 21 días después, se les administró la segunda dosis de la vacuna.

 

Día 60: Incluso encontraron hogares amorosos para cada uno de los cachorros, pero sabían que no podían dejar ir a Bea.

Bea se había convertido en parte de su familia, y la querían mucho. Aunque había pasado por tanto, siempre fue amable y agradecida por los cuidados que había recibido. Associazione Ohana y su familia se aseguraron de que Bea recibiera la mejor atención médica y todo el amor que se merecía.

Al final, Bea se recuperó por completo y vivió una vida larga y feliz con Associazione Ohana y su familia. Siguió siendo una madre maravillosa y amable que había superado tanto y había demostrado el verdadero significado de la resistencia y el amor incondicional.