Oaty no es “simplemente una novia promedio con sarna”, dice Animal Aid Unlimited, India. El perrito estaba muy asustado cuando llegaron a rescatarlo, pero en el momento en que estuvo en nuestros brazos en esa mesa de tratamiento, Oaty se mostró muy agradecido.
En el momento en que comenzaron a darle tratamiento “la cola de Oaty empezó a moverse y, en serio, no paró durante todo el mes que estuvo curando con nosotros”, escriben sus rescatistas.
.
.
La cola del dulce perro callejero se convirtió en motivo de sonrisa para sus cuidadores. Tanto es así que comparten el impacto que tuvo en ellos. “Cada pequeño destello de atención que recibió, lo recompensó con los golpes más entrañables de su larga cola en forma de varita, como si fuera el director de una sinfonía de pura dulzura”.
Oaty realmente hace una transformación asombrosa, de un perro con pelo andrajoso a un ángel con pelo.