La leona pareció rugir de dolor cuando los afilados dientes de la hiena se hundieron en su trasero.
El enorme cadáver del ñu fue rápidamente rodeado por todo un elenco de animales hambrientos que querían su ración de carne y estaban dispuestos a enfrentarse a una manada de ocho leones para conseguirla.
Un mordisco valiente: una valiente hiena fue fotografiada hundiendo sus dientes en el trasero de una leona mientras intentaba entrometerse en su desayuno.
Hienas, chacales e incluso algunos ñus aparentemente vengativos invadieron la escena.
Las fascinantes fotografías, tomadas justo después del amanecer, muestran la puesta en duda de la jerarquía normal del reino animal.
Superada en número: La leona sufrió heridas dolorosas cuando las hienas la apartaron del camino para poder llegar a su comida.
Acompañando: El testigo ocular Alun James dijo que la escena en Naboisho Conservancy en la reserva de caza Masai Mara de Kenia era como un “juego de póquer de alto riesgo” en el que “los leones parpadeaban primero”.
Frenesí alimentario: a pesar del arduo trabajo de la manada, se vieron obligados a compartir su presa con una codiciosa pandilla de hienas y chacales.
‘Mi turno’: la leona se negó a darse por vencida y luchó contra los animales más pequeños para morderla. “La batalla tuvo altibajos sin ningún animal en posesión durante más de unos minutos”, dijo el señor James.
Oportunistas: Sintiendo una oportunidad, una docena de chacales llegaron para unirse al drama y se acurrucaron junto a las hienas.
Observando: Los búfalos rodearon el cadáver y observaron a los animales devorar la presa.