Cuando Peter Robson, de 70 años, ingresó en el һoѕріtаɩ, temía no volver a ver a su fiel perro, Shep. El enfermo terminal sabía que su tiempo en la tierra estaba llegando a su fin. ¡Pero el increíble personal del һoѕріtаɩ se unió en esta inspiradora historia de la vida real sobre el último adiós entre un hombre y su peludo!
Algunas personas ven a los animales como “sólo mascotas”. Pero para Peter Robson, su border collie, Shep, eга un compañero constante y su mejor amigo. La familia de Peter lo sorprendió con Shep cuando eга un cachorro después de la muerte de su esposa. Y este precioso cachorro fue un verdadero regalo de Dios.
Shep y Peter se unieron instantáneamente y se convirtieron en mejores amigos. Su familia dice que rara vez se veía uno sin el otro. Pero Shep hizo más que ayudar a Peter a luchar contra la soledad. Él también estuvo allí para ayudarlo a superar una dura batalla de salud.
En enero de 2015, los médicos diagnosticaron a Peter una forma progresiva de enfermedad pulmonar: la fibrosis pulmonar. Luego vino el enfisema. Los médicos estimaron que le quedaban de tres a cinco años de vida.
Shep permaneció al lado de Peter mientras su enfermedad avanzaba. Finalmente, su condición dio un giro brusco y lo envió al һoѕріtаɩ. Con el paso de las semanas, Peter supo que nunca volvería a casa. Y la idea de dejar atrás a Shep lo devoraba.
“Pensó que nunca volvería a ver a su perro”, dijo Ashley Stevens, una de las nietas de Robson.
¡Pero aquellos que sabían lo mucho que Shep significaba para Peter estaban decididos a dejar que los dos amigos se vieran una vez más!
Historia inspiradora sobre un último adiós
Cuando quedó claro que Peter estaba entrando en sus últimos días, sólo quería una cosa. Ver a su fiel perro por última vez. Y el maravilloso personal médico de este һoѕріtаɩ en Escocia quería asegurarse de que se cumpliera el deseo del moribundo.
La enfermera de Peter, a quien su nieta llamaba “un ángel absoluto”, trabajó con sus colegas para organizar una reunión especial entre Peter y Shep. Y significó muchísimo para el abuelo moribundo.
“Cuando llegó el perro, se derrumbó”, recordó su nieta Ashley. “Se quitó la máscara para besarlo y esas cosas, y Shep le estaba lamiendo la cara”.
Peter y Shep pasaron entre 30 y 45 minutos juntos antes de que Peter falleciera, rodeados de su familia. Y gracias al һoѕріtаɩ, eso también incluyó a la familia de 4 patas de Peter.
“Él eга todo lo que tenía mi abuelo”, dijo Ashley sobre Shep. “Así que fue justo que lo tuviéramos allí”.
La inspiradora historia sobre un último adiós se vuelve ⱱігаɩ
Ashley compartió el momento desgarrador en Facebook, donde se puede ver la alegría de Peter en medio de los sollozos y lágrimas de su familia.
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Y los elogios de Ashley llegaron al һoѕріtаɩ, donde un representante elogió los esfuerzos del personal por conceder el último deseo de Peter.
“A menudo son las pequeñas cosas las que más significan para los pacientes y sus familias y estoy muy contento de que el personal haya podido conceder este deseo”, dijo la directora ejecutiva del sistema hospitalario, Lesley McLay.
Ahora que Peter se ha ido, Shep vivirá con el hijo de ese hombre, también llamado Peter. Este precioso vínculo entre el hombre y su perro demuestra que nuestros peludos son más que “solo mascotas”. ¡Son verdaderamente un regalo de Dios!