Un perrito encontrado en estado lamentable enrollado en neumático viejo, como su única protección contra el clima y sus heridas, dejó a su héroe desconsolado.
Con lo único que tenía para ofrecer, Figo agradeció a su salvador por rescatarlo de una vida de dolor, hambre y frío.
Grecia está llena de animales de la calle. Después de la crisis económica en el país el año pasado, muchos animales fueron abandonados y tirados en las calles para multiplicarse y vivir una vida de enfermedades y desnutrición.
El rescatista se acercó para levantar al animal y lo que descubrió lo dejó con el alma rota en mil pedazos.
Apenas se lo llevó, comenzó a alimentarlo y a llenarlo de mucho amor. Lo cuidó abnegadamente hasta que Figo recuperara la salud; y en cuestión de meses, Takis estaba cuidando a unos 40 animales en el área.
Figo estaba desnutrido, cubierto de pulgas y tenía muchas lesiones, pero de alguna manera había logrado mantener una naturaleza amable y amigable a pesar de su sufrimiento.
Fue directamente a la caja de arena para gatos y se acostó como si estuviera en la cama más cómoda del mundo. Pero con la ayuda de Takis, Figo pronto descubrió lo que era sentir una cama de verdad y durmió en un sueño profundo y tranquilo, por lo que parecía la primera vez en su vida.
Poco a poco y con perseverancia, Figo comenzó a dejar atrás su vida llena de miserias, incertidumbre y tristeza. Sus lesiones han sanado, ha ganado algo de peso y se siente más amoroso, saludable y ágil que nunca.
Figo, a pesar de tanto sufrimiento, supo cómo agradecer a su mejor amigo con el mejor de los abrazos. Que su historia nos motive a hacer mucho más por cada criatura necesitada con la que nos crucemos en el camino.