Son muchos los perritos de la calle que pasan años enteros viviendo frente a los humanos como si fuesen invisibles. Algunos peluditos tienen la suerte de convertirse en mascotas comunitarias o hasta ser adoptados por una familia.
Lamentablemente, muchos son ignorados por todos y enfrentan una vida llena de dificultades. Esta era la suerte de una perrita llamada Helen que debía enfrentar las penurias de las calles de Rumanía.
Una turista que se dirigió a un pueblo no tardó en notar que la perrita vivía en condiciones precarias. Contaba con una caja de cartón que hacía su papel de cama pero su mirada era terriblemente triste.
La mujer habló con los vecinos para ver si la peludita tenía dueño y al escuchar su historia se le arrugó el corazón. Helen había pasado largos años en la calle. Varios autos la habían herido y a duras penas se las ingeniaba para conseguir alimento.
Afortunadamente, Helen se había encontrado con la persona indicada. La turista no contaba con los medios para ayudarla pero decidió contactar a los rescatistas de Howl of a Dog.
Se asustaba tanto con los humanos que era evidente que no la había pasado nada bien en las calles. Sin embargo, su vida estaba a punto de cambiar.
Una visita al veterinario reveló que su salud se encontraba realmente delicada. Tenía muchas garrapatas y fue diagnosticada con anaplasmosis canina.
Esto le producía dolores en las articulaciones, escalofríos, fiebre y mucho malestar. Afortunadamente, la habían rescatado justo a tiempo y comenzó a recibir tratamiento de inmediato.
Meses después, Evelyn Hendrickx y su familia abrieron las puertas de su hogar para demostrarle a Helen que merecía una vida de mascota feliz.
Desde entonces, la perrita no hace más que pasar el día entero jugando con los niños de la familia y brindando besos de agradecimiento a todos sus humanos.