Los rescatistas fueron alertados de un perro delgado como un riel deambulando por las calles. Se desplomaría en medio de la carretera o de la acera, incapaz de moverse. Fue desgarrador presenciarlo.
Los rescatistas la levantaron con cuidado y la transportaron al centro veterinario, aunque sabían muy bien la verdad. Peanut tenía muy pocas posibilidades de sobrevivir.
El sistema inmunológico de Peanut estaba en mal estado y no podía estar cerca de otros animales enfermos.
La organización se puso en contacto con Mike y Joy, que habían criado a varios perros, y fueron a conocer a Peanut. Claramente anhelaba amor y atención.
Peanut fue recibido en casa por la amorosa pareja. Les dijeron cómo alimentarla para que ganara peso sin enfermarse.
Peanut se comió toda su comida. Estaba hambrienta, pero sabían que necesitaba controlar el ritmo.
Peanut then meets Mike and Joy’s second dog, with whom she is eager to play. She simply has to gain strength and she’ll be full of puppy vigor.
Peanut’s days are meticulously documented by the pair, and she has gained a healthy amount of weight in just one week. She’s still skinny, but she looks a lot better!
Peanut vuelve al veterinario en tres semanas para un chequeo y todo el personal está encantado. Su mejora es asombrosa. ¡Es como si estuvieras mirando a un perro diferente!
Peanut, como tantas otras mascotas, anhelaba una segunda oportunidad. Se supone que los perros no deben vivir en la calle y sobrevivir solos.
Agradecemos a todos los que dan un paso adelante para ayudar a un animal. Los trabajadores de rescate son los mejores.