Cuando una perra desarrolló tumores en todo su cuerpo, su cruel dueño decidió abandonarla.
Afortunadamente, fue rescatada y llevada a un veterinario para que la examinaran. Los resultados mostraron que Libby tenía cáncer de mastocitos y no era elegible para la cirugía.
Libby intentó mover la cola, pero el tumor en su cola era demasiado pesado y le impedía hacerlo. A pesar del cáncer, Libby era una niña tan dulce y feliz.
Su nueva familia decidió dejarla vivir su vida en lugar de sacrificarla. El veterinario dijo que no sentía dolor y que todavía está muy activa.
Libby mostró su gratitud a su nueva familia todos los días. Estaba muy agradecida por su segunda oportunidad en la vida después de que sus antiguos dueños la abandonaran sólo porque enfermó.
La abandonaron en el momento que más los necesitaba.