Teniendo en cuenta que la dieta de un alce consiste principalmente en pasto, hojas, ramitas y otros arbustos, el alce generalmente no representa una gran amenaza para un lobo, y mucho menos para una manada de ellos.
Un alce solo puede defenderse durante un tiempo antes de que la manada de lobos venza a la criatura y, en última instancia, no puede seguir luchando hasta que los lobos lo alcancen por completo para cenar.
Aquí tenemos otro ejemplo más de ello.
El fotógrafo de vida silvestre Evan Watts capturó algunas imágenes salvajes de la manada de lobos del lago Wapiti atacando lentamente a un alce macho en el valle Hayden del Parque Nacional Yellowstone en mayo.
Al comienzo del vídeo se puede ver a la manada de lobos persiguiendo al alce hasta un arroyo, donde se turnan para morderle las patas traseras. Superado en número, exhausto y herido, el alce hace todo lo que puede para intentar escapar, pero pierde la voluntad de seguir adelante.
Finalmente logra salir del agua, pero la muerte lenta y dolorosa es inevitable.
El toro básicamente entrega su vida, y ahí es cuando las cosas se ponen bastante complicadas.
Yellowstone no es para los débiles de corazón…
El Servicio de Parques Nacionales afirma que hay aproximadamente entre 30.000 y 40.000 alces en Yellowstone y aproximadamente 500 lobos. Y desafortunadamente para esos alces, están en la parte superior del menú de estos lobos que son asesinos feroces y hábiles.
Al cazar en manadas con velocidad, sigilo y precisión, se convierten en uno de los depredadores más letales y eficientes de toda América del Norte.
Los lobos también pueden comer hasta el 20% de su peso corporal de una sola vez, lo que constituye una porción bastante considerable de alces… y con aproximadamente 10 alces en cada manada, son muchos alces con un objetivo en la espalda.