Durante muchos años, la Sra. Quyen ha sido ridiculizada por muchas personas a su alrededor, pensando que estaba loca por traer cientos de perros y gatos del matadero para criarlos en su casa, amándolos como a sus propios hijos.
El terreno situado en lo profundo de una pequeña carretera en los tranquilos suburbios del distrito de Hoc Mon ( HCMC ) es un refugio para cientos de perros y gatos abandonados, vendidos a mataderos. Los perros y gatos que la señora Huynh Thi Nhu Quyen (44 años) lleva muchos años buscando, redimiendo, cuidando y mimando como a niños.
Durante los últimos cinco años, la Sra. Quyen ha estado ocupada salvando vidas y cuidando a cientos de perros y gatos que fueron abandonados o vendidos a mataderos.
La Sra. Quyen comenzó este trabajo en 2017. Dijo que llegar a este trabajo fue como el destino y surgió de su amor por los animales:
“En el pasado, tuve un perro que crié durante muchos años, luego me lo robaron. Mis familiares y yo buscamos durante muchos días pero no pudimos encontrarlo. Durante el proceso de búsqueda de mi perro, vi otros perros y gatos. siendo robados, heridos en la calle y vendidos al matadero. A partir de ahí decidí empezar a buscarlos y cuidarlos”.
La Sra. Quyen recuerda que la primera vez salvó a 47 niños y la segunda vez salvó a 48 niños. Tuvo que pagar de su propio bolsillo y pedir a más patrocinadores que se unieran para recomprar un millón de dong por cada animal de los mataderos.
Durante los últimos 5 años, para tener dinero para alimentar a sus “hijos”, la Sra. Quyen vende fideos de arroz todos los días, recolectando cada centavo para comprar comida y tener dinero extra para rescatar a sus “hijos” del matadero.
La tienda de fideos de la Sra. Quyen se llama Orphan Noodle Shop , el objetivo principal de abrir el restaurante es porque quiere tener más ingresos para cuidar de los perros y gatos.
“Aunque los ingresos no son muchos, son suficientes para comprar más alimentos, arroz y medicinas para los niños”, dijo la señora Quyen.
Al compartir con el reportero Dan Tri, la Sra. Quyen dijo que ya no va al matadero a rescatar perros y gatos porque el número actual es demasiado, y teme no poder cuidarlos debido a los costos limitados.
“En el pasado, cada vez que iba al matadero, normalmente los salvaba a todos, pero el costo eга demasiado alto, no podía salvar a un niño y dejar al otro atrás. Así que decidí parar y en lugar de eso, puse mi esfuerzo en 2 El carrito de fideos sigue tocando, cada día gano entre 1 y 2 millones de VND para comprarles comida”, confiesa la Sra. Quyen.
Todos los días, después de vender fideos hasta el mediodía, visita a sus “hijos” en una pequeña casa situada en el distrito de Hoc Mon (HCMC). Alquiló un terreno de unos 2.000 metros cuadrados para servir de refugio a más de 500 perros y gatos.
Hablando de esta acción “rara y difícil de realizar”, la Sra. Quyen dijo que a menudo se siente sola en el viaje que emprende. Aunque cuento con el apoyo de mi esposo y mis hijos, a menudo me siento sola porque muchas personas no comprenden ni simpatizan con el trabajo que hago.
“Desde que comencé en este trabajo, he escuchado muchas veces a la gente a mi alrededor decir que estoy loco porque cuido perros y gatos callejeros todo el día, haciendo cosas inusuales. Incluso los miembros de mi familia dicen eso “Estaba loco. Pero”. Lo ignoré porque lo hice con mi corazón y sinceridad”, reflexionó la Sra. Quyen.
Afortunadamente, la señora Quyen no estuvo “sola” en su viaje, sino que también tuvo un compañero, el señor Nguyen Phuoc Tri (60 años).
El Sr. Tri se enamoró de este trabajo hace unos 4 años, inicialmente trabajaba completamente gratis y por simpatía por los perros y gatos abandonados, vino a ayudar a la Sra. Quyen.
En los últimos 2 años, la tienda de fideos de la Sra. Quyen ha tenido ingresos más estables. Ella comenzó a apoyar al Sr. Tri con aproximadamente 4 millones de VND cada mes para ayudarlo a cuidar su vejez.
Según el Sr. Tri, llegó a este trabajo debido a su amor por los animales. Estaba destinado a conocer a la Sra. Quyen y ha estado en este trabajo durante los últimos 4 años.
Todos los días, el Sr. Tri está de servicio en este campo de rescate las 24 horas del día, los 7 días de la semana. El trabajo principal es alimentar a perros y gatos, limpiar y cuidar su salud.
“Al principio vi a Quyen trabajando solo, y la cantidad de perros y gatos eга demasiado, así que vine a ayudar, pero cuanto más trabajaba, más los amaba y, sin darme cuenta, me apegué a ellos. ” Dijo el Sr. Tri.
Los perros y gatos son alimentados dos veces al día, por la mañana y por la tarde. Según las estimaciones de la Sra. Quyen, cada día su “rebaño de niños” comerá unos 65 kg de arroz y 20 kg de carne de cerdo. Además, también pueden comer bolitas de salvado como refrigerio.
El Sr. Vu Xuan Thai Son (esposo de la Sra. Quyen), también ha sido su compañero desde los primeros días. El Sr. Son dijo que cuando fue a trabajar por primera vez, le llevó dinero a su esposa. Ella tomó el dinero en secreto para rescatar a los “niños” del matadero.
“Al principio unos pocos, luego más, en el pasado no estuve de acuerdo en criar a muchos de ellos, pero luego vi lo lamentables que eran, cuanto más los salvaba, más los lastimaba, así que he sido ayudando a mi esposa desde entonces.” “, compartió el Sr. Son.
Cada vez que Quyen viene de visita, una manada de docenas de perros corre a su alrededor como si fuera su madre.
El área donde residen los “niños” está cubierta por un techo y levantada con esteras de bambú.
Según la Sra. Quyen, todo se ha estabilizado temporalmente. Para poder cubrir los gastos de crianza de su “rebaño de niños”, además de vender fideos, también cuenta con el apoyo de varios patrocinadores.
Pero cada vez que pedía a sus patrocinadores que se unieran, cada vez fue juzgada por muchas personas, incluida la autocompasión y la culpa.
“Pensaron que salvé muchos perros y gatos para ganarme la compasión de los patrocinadores y estafarlos y quitarles su dinero. Sólo espero que las personas que aman a los animales hagan el mismo trabajo que yo, con el mismo amor que yo amo”. mis hijos”, confió la señora Quyen.
Ella cuida cuidadosamente a algunos perros heridos y discapacitados, revisando periódicamente sus heridas para llevarlos rápidamente al centro veterinario. Nombró a cada “niño” y recordó claramente su personalidad y estado de salud.
Cuando se le preguntó cuánto tiempo continuará con este trabajo, la Sra. Quyen sonrió: “Tal vez cuidaré de mis hijos hasta que mueran debido a la vejez. Actualmente, ya no adopto, solo cuido a los niños restantes. “Aquí, la esperanza de vida de cada niño es probablemente de sólo diez años. Cuando ya no existan, dejaré de hacerlo”.
Actualmente, ha dejado temporalmente de rescatar y adoptar más “niños”. Sin embargo, también está dispuesta a devolver a sus “hijos” sin coste alguno a los nuevos dueños si son realmente buenos, los cuidan con todo el corazón y saben amar a los animales.
Su campamento de rescate de perros y gatos también está siempre abierto para recibir voluntarios. Las personas que aman a los perros y a los gatos pueden visitar y apoyar a sus “hijos” con comida y atención sanitaria.