Los guepardos están acostumbrados a estar en la cima de la cadena alimentaria, pero en la naturaleza incluso el cazador puede convertirse rápidamente en presa.
Estas fotografías tomadas en las llanuras del canal Savuti en el norte de Botswana muestran a dos guepardos machos que obtuvieron más de lo que esperaban mientras se daban un festín con un joven jabalí.
Mientras se preparaban para una siesta después de alimentarse, los dos depredadores se retiraron sobresaltados cuando una madre jabalí decidida a proteger a sus crías lanzó un ataque contra ellos.
Sal de aquí: el jabalí ahuyenta al guepardo que acababa de atacar a sus crías en el norte de Botswana
El guía y fotógrafo Lee Wittham, que dirigía el recorrido en ese momento, dijo: “La madre jabalí tenía tres lechones al principio y el guepardo consiguió uno”.
‘Los guepardos son bastante oportunos y, en cuanto algo los desafía, normalmente se retiran por miedo a lastimarse.
“Si se lastiman, no pueden cazar y, como resultado, morirán”.
Alzando el vuelo: Impulsado por la furia, el jabalí se acerca al animal más rápido del mundo
El combate, que duró alrededor de 15 minutos, produjo un espectáculo poco común cuando el diminuto jabalí intentó en vano salvar al cerdito condenado.
“Las imágenes son interesantes porque muestran que las cosas pueden volverse contra los depredadores y que no siempre se salen con la suya, como es la percepción común de la mayoría de la gente”, afirmó el Sr. Wittham.
“El guepardo caza regularmente pequeños jabalíes, pero no es frecuente ver la valentía que muestra la madre al intentar defender a su descendencia”.
Sin miedo: el guepardo gira y gira en pleno vuelo en un intento de poner distancia entre él y el jabalí.
A pesar de los frenéticos esfuerzos de la madre, los guepardos finalmente regresaron para terminar su presa.
Wittham añadió: “Finalmente los guepardos obtuvieron su recompensa y la madre tuvo que resignarse al hecho de que había perdido uno de sus lechones.
“La madre jabalí permaneció en la zona durante algún tiempo y de hecho regresó al lugar de la matanza ese mismo día y husmeó como si buscara a su lechón perdido”.
Terminando el festín: finalmente la naturaleza se reafirma y el guepardo regresa para terminar su comida.