El pobre perro lloraba lágrimas de tristeza. Lo habían abandonado en el frío y las heladas, estaba enfermo y su cuerpo lleno de parásitos.
Esta es la historia de un pobre perro que llora tras ser abandonado en el frío y las heladas. Temblaba y se sentía mal, también porque su cuerpo estaba lleno de parásitos. No sabía a quién pedir ayuda. Entonces de la nada apareció una persona que decidió cuidarlo.
Por suerte ahora se encuentra bien y disfrutando de su nueva vida. Pero quién sabe cuánto sufrió en la nieve.
Era invierno y las temperaturas esos días eran muy bajas. La nieve y el hielo lo cubrían todo. En medio de la nada, un pobre perro había sido abandonado, abandonado a su suerte y destinado a morir en la nieve helada.
Tenía parásitos por todas partes, no tenía agua ni comida ni un lugar donde refugiarse de las frías temperaturas invernales.
Lunka era un perro de 1 año que sufrió por la crueldad de quienes lo abandonaron allí. Estaba llorando, esperando que alguien escuchara su grito de dolor.
Cuando los rescatistas lo alcanzaron, estaba literalmente llorando. No podía moverse y no había comido ni bebido en días. Su cuerpo estaba cubierto de moretones y llagas.
Y los parásitos lo atormentaban. Sus rescatistas lo envolvieron en un abrigo viejo para abrigarlo un poco e inmediatamente lo llevaron a un médico veterinario para las primeras visitas y todos los tratamientos necesarios.
Lunka nunca se rindió, aunque el camino de recuperación no fue nada fácil.
El perro ya no llora. Es cuidado, amado, cuidado. Estaba delgado y débil, pero mejora día a día. Para que volviera a caminar, tuvieron que colocarle un arnés especial en las patas traseras.
Después de 150 largos días, el perro empezó a saltar y correr de nuevo. Todavía tiene problemas para caminar, pero ya está listo para su nueva vida.