Guizmo es un Bóxer que lamentablemente ha sufrido los estragos de la soledad después de que sus dueños fallecieran. Y es que si algo caracteriza a los perritos es su amor y fidelidad incondicional hacia las personas que más aman.
Este fue el dгаmа que vivió un perro bóxer de 12 años de edad que pasó los mejores años de su vida al lado de personas que lo amaron pero sobre todas las cosas lo trataban como un miembro más de la familia.
Afortunadamente, los niños fueron acogidos por un primo de la familia lejos de la localidad, pero el Bóxer quedó desamparado sin recibir la ayuda apropiada ni un gesto de amor que lo ayudara a salir del estado desolador en que se encontraba.
A este dulce perrito se le podía ver con la mirada triste suplicando un gesto de amor por el vecindario o en su antigua casa, eга como si estuviera esperando que las personas que un día lo amaron tanto regresaran.
Su estado eга tan ɩаmeпtаЬɩe que finalmente los vecinos se apiadaron y contactaron a un veterinario local, solo poco después fue trasladado a un refugio.
Sin embargo, las declaraciones del hombre no fueron compartidas por los vecinos quienes aseguran que nunca estuvo al pendiente de Guizmo.
Su proceso de recuperación será lento, lamentablemente, tiene fuertes heridas emocionales y físicas que necesitan tiempo pero sobre todo mucho amor y paciencia para ayudarlo a salir adelante. Deseamos pronto sane por completo y pueda encontrar una nueva familia que le brinde todo el amor que necesite.