Un fotógrafo de Connecticut, Evan Schiller, tuvo la extraordinaria oportunidad de capturar y capturar un episodio entre un babuino bebé y una leona de 350 libras en un parque de caza en Botswana.
Las cautivadoras fotografías cuentan la historia de una conexión improbable que se desarrolla en medio de una tragedia.
Schiller y su esposa, Lisa Holzwarth, estaban jugando en el campamento de Selinda en Botswana cuando se toparon con una escena así. Inicialmente se centraron en observar un leopardo, pero su atención cambió rápidamente cuando una tropa de babuinos apareció corriendo entre los arbustos, causando una conmoción.
Para su sorpresa, pronto se hizo evidente el motivo de la angustia de los babuinos. Cuatro leonas emergieron de la hierba alta y se acercaron rápidamente hacia los babuinos.
El caos se produjo cuando los babuinos gritaron y las leonas rugieron, sus garras desgarrando los árboles en una exhibición amenazadora.
En medio del caos, tres babuinos intentaron huir a un lugar seguro. Trágicamente, uno de ellos cayó en las fauces de una leona.
Mientras el babuino caído yacía en el suelo, Schiller y Holzwarth notaron algo desgarrador: una cría de babuino, de no más de un mes de edad, separándose con cautela del cuerpo sin vida de su madre.
Impulsado por el instinto, el joven babuino buscó refugio en un árbol cercano, pero se esforzó por hacerlo rápida y silenciosamente. Su incipiente habilidad no pudo igualar la intensidad del momento.
ᴜпforгtᴜпаteɩу, la leona detectó su presencia y comenzó a jugar al “gato y el ratón” con el babuino ⱱᴜɩпeгаЬɩe.
A pesar de la peligrosa situación, se produjo un giro inesperado de los acontecimientos. En lugar de recurrir a sus instintos predatorios, la leona emocionó a todos mostrando una notable ternura hacia la diminuta criatura.