La vida para un perrito abandonado está llena de infortunios donde cada día es un reto para sobrevivir a las penurias que la calle le ofrece.
Cuando creía que todo estaba perdido aparecieron ángeles terrenales que al verlo no pudieron ignorar su situación e hicieron lo posible por mejorar su calidad de vida. El perrito fue visto por Kiara Ijzendoorn y su familia, cuando se encontraban de vacaciones en Creta, Grecia.
Ijzendoorn no podía creer lo que estaba viendo ni mucho menos imaginar la dolorosa situación en la que se encontraba el perrito y decidió ayudarlo.
La joven intentó indagar un poco con la esperanza de encontrar alguna respuesta que la ayudara a comprender la situación del perrito, pero solo descubrió que vivía completamente solo en un granero abandonado muy cerca de la carretera donde lo había visto tirado.
Pese a la terrible situación en la que se encontraba, Fos siempre fue muy receptivo, cada vez que lo visitaban su ojitos tenían un brillo especial, le demostraba su cariño con dulces besos y a su manera le agradecía todo lo que estaban haciendo por él.
Cuando un veterinario atendió a Fos determinó que debido a la gravedad de sus lesiones el tierno perrito había sido maltratado en el pasado.
Para poder recuperar su salud tuvo que estar en tratamiento por unos días hasta que finalmente pudo ser llevado a su nuevo hogar en Holanda, donde vive Kiara y su familia.
El perrito no podía estar más feliz. Al fin pudo tener una familia que lo cuidaría y llenaría de amor sin importarle el pasado que pudo tener.
Fos no puede estar más feliz de haber encontrado una familia que lo cuide y le de todo el amor que se merece. Sin importar las cicatrices de su pasado lo más importante es que su familia esta siendo todo lo posible porque su presente este lleno de amor e infinita alegría