Algunos animales en condición de calle vagan durante años antes de encontrar un cambio para esa dura condición de vida y esto lo ha vivido una perrita. En ocasiones los sin hogar corren con la suerte de ser rescatados, mientras que otros tristemente terminan sus días sin conocer nunca el amor.
En Texas, Estados Unidos, una familia se sorprendió al ser elegida como el “puerto seguro” de una peluda en su etapa final. La criaturita agotada de tanto sufrimiento se echó en la entrada de su casa para conseguir un poco de paz, por fortuna estos buenos samaritanos la recogieron y decidieron llamar a un refugio para que los ayudase.
En algún punto la peluda bautizada como Lila comenzó a manifestar su felicidad al saber que al fin alguien iba a ayudarla. Quizás nunca antes en su vida había recibido una atención de este tipo.
Kourtney atendió el caso después de que la familia compartiera la situación en un grupo de Facebook y que se sumara la ayuda de la organización. Esta animalista independiente quedó conmovida al descubrir que la perrita estaba de algún modo esperando por ayuda.
El primer veterinario que atendió a esta peluda, determinó que Lila era un en realidad un pastor australiano de 5 o 6 meses. Ese dato sorprendió a todos, pues nadie imaginada que fuese tan joven y los conmovió aún más saber que había sufrido tanto a su corta edad.
Esta perrita tiene un largo camino por delante, antes de recuperarse totalmente de su afección. Ahora vive en un hogar temporal en el que recibe muchas atenciones.
Kourtney Crenshaw, quien fue la primera rescatista en atender este caso, continúa con el seguimiento de la recuperación de la perrita. Su aspiración es que la canina se recupere completamente para que comience una vida nueva en un hogar definitivo.
Los primeros meses de vida de Lila no fueron para nada sencillos, pero ahora tiene la posibilidad de vivir otra historia. Aunque su recuperación no se ha completado, esperemos pronto esté lista para que una familia amorosa decida llevarla a casa.