La perra estaba muy demacrada y le sobresalían las costillas y los huesos. Mientras los agentes inspeccionaban el cuerpo, la agente Ewa Wagner creyó ver que la caja torácica de la perra subía y bajaba.
“Nos dimos cuenta de que estaba viva, pero apenas, así que la llevamos rápidamente al Centro de Animales de Austin, donde los veterinarios comenzaron a tratarla de emergencia”, describió el oficial Wagner. “Su temperatura era demasiado baja para que la registrara un termómetro y no se movía en absoluto. No creíamos que hubiera forma de que sobreviviera”.
“Todos pensaron que iba a morir”, dijo Elizabeth. “Durante esas primeras horas, simplemente hablé con ella y le dije que la amaba y que nunca más le volvería a pasar nada malo. Le dije que necesitaba un nombre y elegí Sophie. Cuando le dije que ese era su nombre, levantó la cabeza por primera vez y me miró. Entonces supe que Sophie viviría”.
Los oficiales de crueldad emitieron un comunicado de prensa sobre dónde fue encontrada Sophie y las condiciones en las que se encontraba y un grupo de defensa de los animales emitió una recompensa de $5,000 por información que conduzca al arresto de la persona responsable de matarla de hambre y abandonarla.
A medida que pasaban las semanas, Sophie seguía recuperándose y aprendiendo cómo era la vida de una mascota querida. Se quedó con Elizabeth y su familia, caminando unos pasos más cada día y, finalmente, trotando por la casa. Poco a poco, fue aumentando de peso hasta llegar a pesar 14 libras, luego 20 y, finalmente, llegó a un peso normal de 25 libras, casi tres veces lo que pesaba el día en que fue rescatada.
La semana pasada, Elizabeth y su familia adoptaron oficialmente a Sophie, una niña mimada y feliz. Durante el día, suele ir al refugio e incluso a veces acompaña a los agentes de crueldad animal cuando visitan la comunidad para dar charlas sobre la crueldad animal. En cuanto a Elizabeth, siente que Sophie ya ha dado mucho a cambio.
Sophie descansando en el regazo de un familiar en su nuevo hogar
Esta Navidad, Sophie se despertará rodeada de su familia, las personas y los animales que la quieren. Incluso tendrá sus propios regalos bajo el árbol. Para Sophie, los recuerdos de abuso, abandono y hambre serán reemplazados por recuerdos de calidez, seguridad y amor.
“Nunca volverá a perderse una comida y nunca volverá a pasar frío”, afirma Elizabeth. “De eso estoy segura”.