La decisión de salvarle la vida a un animal, trasciende el acto humanitario del rescate. Implica asumir la responsabilidad de garantizarle un futuro promisorio al ser auxiliado. Sin embargo, la situación se complica cuando el protagonista es un animal callejero, sobre todo, porque la mayoría de los refugios están abarrotados.
Este fue el sacrificio encomiable que han hecho desde la organización de rescate Patitas Glew, Argentina, quienes se toparon con un pequeñín quien parecía tener cemento en su rostro. En realidad, no era lo que todos creían al principio, pues terminó siendo una complicada enfermedad.
Fue un caso para nada fácil de tratar. A decir de los voluntarios, cuando el animalito ingresó se quedaron boquiabiertos. Los hongos le habían hecho desaparecer gran parte de su piel. Además, presentó un alto grado de desnutrición.
De hecho, el caso de Rada es considerado por los veterinarios como uno de los más impactantes e inéditos de la historia, debido a la mala condición de salud y el desprecio al que debió haber sido sometido, y que lo puso en tres y dos, al borde del colapso.
Comparte esta historia. Ser rescatista de animales es garantizarles todo el proceso que viene después de auxiliarlos, rehabilitarlos, adoptarlos temporalmente y proveerles de los recursos necesarios para su subsistencia, así como de su futuro hogar para siempre.