Un cariñoso cachorro, devuelto al refugio un año después de su adopción, se enfrenta a una incertidumbre desgarradora. Ahora, se embarca en una dramática búsqueda de un nuevo hogar para siempre

Cuando un perrito es adoptado todos en el refugio esperan que su historia termine con un “y vivió feliz para siempre”, pero lamentablemente esto no ocurre en todos los casos.

Perrito

Roland, ahora bautizado como Shorty, vivió durante un tiempo en el Refugio de animales del condado de Montgomery en Conroe, Texas, después de ser rescatado de las calles.

El peludo estuvo en el lugar hasta cumplir sus dos años, momento en que una pareja se interesó en él y quiso llevarlo a casa.

Por eso, los cuidadores no dudaron en compartir sus fotos en redes sociales y entonces las personas interesadas comenzaron a escribir.

Tras pasar varios filtros, el can fue a dar con una pareja que prometió hacerlo feliz pero todo cambió.

Poco se sabe de ese año en que el perrito estuvo fuera del refugio, pero en el 2020 Shorty reapareció en el lugar con un cambio radical.

El can se encontraba en los huesos, había perdido tanto peso que sus costillas podrían contarse a través de su piel. Además de eso, el canino no eга ya ese perrito alegre que salió del refugio.

Al parecer los dueños de Shorty atravesaron algunos problemas económicos a raíz de la pandemia: se habían quedado sin trabajo y sin residencia. Estas personas se vieron obligados a dormir en la calle, dentro de un vehículo y apenas tenían para alimentarse.

Shorty estaba muy débil y los dueños se vieron obligados a tomar la decisión de regresarlo, quizás lo hicieron un poco tarde, pero en el refugio apostaron por recibirlo y orar porque no todo estuviese perdido con el perrito.

Jamie entendía que sus antiguos dueños habían atravesado por muchas dificultades, pero no entendía cómo podían haber permitido que el perrito cayera en ese estado.

Con el paso de los días, el perrito se fue fortaleciendo y sorprendió a Jamie al ponerse de pie.

El perrito demostró tener un espíritu increíble y la fortaleza que en ocasiones le falta a muchos, Shorty fue capaz de recuperarse en un mes de cuidados y recuperó en esos 30 días más de 15 kilogramos.