Cuando Blue King (Azul para abreviar) llegó al Carson Shelter, una persona le ofreció un regalo.
Cuando una persona le ofreció un regalo a Blue King (Blue para abreviar), lo olió, pero no se lo comió. Lo único que hizo Blue fue llorar detrás de los barrotes de la puerta de su perrera. Además, las lágrimas goteaban de sus ojos y algunos especulan que se debía a alergias.
Lo único que hizo Blue fue llorar detrás de los barrotes de la puerta de su perrera.
Además, las lágrimas goteaban de sus ojos y algunos especulan que se debía a alergias.
La familia de Blue lo entregó al refugio porque decidieron mudarse y no llevar al perro al nuevo hogar.
Finalmente, algunos voluntarios notaron la cara más que triste de Blue y decidieron ayudar al perro.
Publicaron su historia en Facebook con la esperanza de que alguien lo adoptara.
De repente, una mujer llamada Jennifer McKay se acercó a conocer a Blue.
“Se notaba que cada vez que alguien pasaba, era como si estuviera buscando [a su familia]. Es como si supiera que se iba de allí”
McKay había decidido adoptar a Blue y, después de que el perro pasó la prueba de temperamento, lo llevó a casa.
Después de dejar el refugio, Blue King se convirtió en un perro nuevo. Su nuevo dueño dice que a Blue le encanta dormir, frotarse la barriga, abrazarse y mirarse en los espejos.
Lo más importante es que Blue ya no llora.
